AUTISMO y LOS AMINOACIDOS


Cuando los humanos comen proteínas vegetales o animales, nuestros procesos digestivos descomponen estas proteínas en pedazos más pequeños, unidades de aminoácidos de forma libre, o péptidos de cadena muy corta (dos ó tres aminoácidos aún conectados). 
Estas moléculas más pequeñas pueden ser absorbidas, a través de las células de la mucosa del intestino delgado. Los péptidos de cadena corta absorbidos son aún mayormente digeridos por las enzimas peptidasas en la sangre, el hígado, los riñones y otros órganos. El objetivo es formar un reservorio de aminoácidos de forma libre que pueden ser reensamblados en las secuencias específicas, para formar proteínas humanas, péptidos y algunos productos muy especializados. 



Entre los productos especializados formados a partir de uno o más aminoácidos se encuentran: creatina, serotonina, melatonina, catecolaminas adrenales, glutatión, melaninas (compuestos bioquímicos que dan color al tejido), porfirinas, purinas y pirimidinas (y sus formas nucleótido y nucleósido). 
Los nucleótidos son las moléculas que participan en la función celular y en el procesamiento de la información. Los aminoácidos son utilizados para construir enzimas, anticuerpos, inmunoglobulinas y hormonas, y ellos ayudan a operar la química de la desintoxicación. La desintoxicación es el proceso de limpieza del cuerpo, deshacerse de sustancias no deseadas, tal vez incluso dañinas. 
Los aminoácidos se combinan o se conjugan con sustancias tóxicas, se deshacen del exceso de nitrógeno en forma de urea, y forman sales biliares, a partir del colesterol, utilizando a los aminoácidos glicina o taurina. La bilis y la orina son los dos fluídos más importantes que eliminan a los tóxicos fuera del cuerpo.
Cuando no funciona bien la digestión, el suministro de aminoácidos puede encontrarse insuficiente, y los procesos que dependen de ellos, también pueden sufrir consecuencias. 

Una mala digestión de proteínas puede ser evaluada con gran precisión, a través del análisis de aminoácidos. Los resultados de las pruebas que muestran una disminucion de esenciales, y un aumento de péptidos de la dieta (usualmente, anserina y carnosina en orina) son evidencia analítica de una proteolisis digestiva incompleta (mala digestión).
Esto puede ocurrir con trastornos gástricos, tal como una insuficiencia de acidez gástrica, o, como se hipotetiza que sucede en algunos tipos de "autismo", una función pancreática insuficiente
Con una mala absorción, algunos de los nutrientes dietéticos necesarios, incluyendo a los aminoácidos, son llevados hacia el intestino grueso y pueden perderse en las heces.

Los aminoácidos nutricionalmente esenciales son:

Leucina, Isoleucina y Valina: son aminoácidos esenciales de cadena ramificada, necesarios para la formación del colágeno tisular. Se les llama de cadena ramificada porque la cadena de carbonos en cada uno tiene ramas o dientes. La asimilación de éstos depende de las peptidasas pancreáticas o de las mucosas, enzimas digestivas que trabajan en el intestino delgado. 
En el autismo, los niveles de leucina, isoleucina y valina pueden encontrarse bajas, si la función de la peptidasa se encuentra débil. Las deficiencias de leucina, isoleucina y/o valina no son típicas en el autismo, pero parecen ocurrir en uno de cada tres o cuatro autistas, según los análisis de aminoácidos en orina.

Metionina: trae a los grupos sulfuro y metilo al cuerpo, hace la metilación cuando se convierte en SAM y es el precursor esencial de la cisteína y la taurina. La asimilación de metionina es en alguna forma, dependiente de un ácido estomacal adecuado y de la conversión del pepsinógeno en pepsina. Sin embargo, una acidez estomacal insuficiente y una pepsina inadecuada no se reportan como comunes en el autismo. Aún antes de las intervenciones, la metionina se encuentra baja en casi la mitad de los niños autistas, de acuerdo al análisis del plasma. Esto se adjudica a un reciclado deficiente de homocisteína para formar metionina, vía la metionina sintetasa.

Fenilalanina: es el precursor de la tirosina, la cual forma las catecolaminas adrenales, y la parte de la tiroglobulina a la cual el yodo se une para formar las hormonas tiroideas. La fenilalanina se encuentra baja en algunos niños autistas. Sin embargo, se encuentra elevada en PKU o fenilcetonuria, que puede estar presente en el autismo. Actualmente, la PKU se encuentra rara vez como una condición no tratada.

Triptofano: es el precursor de la serotonina y la melatonina. El triptofano puede estar bajo en sangre en algunos autistas, si ocurre mala digestión o mala absorción. En tales casos, el triptofano puede ser convertido en ácido indolilpropiónico por las bacterias del intestino. Éste, es absorbido hacia el torrente sanguíneo y convertido en ácido inolilacrílico en los tejidos corporales. El ácido indolilacrílico es un ácido orgánico tóxico. Es desintoxicado, al combinarse con glicina para formar indolilacriloilglicina, "IAG". La investigación reciente sobre el IAG sugiere que puede también ser formado cuando el metabolismo interno del triptofano se encuentra perturbado.Si esto ocurre, el triptofano en el plasma o en la orina puede ser elevado en vez de depletado. Ocasionalmente, el triptofano es utilizado para formar cantidades excesivas de serotonina en los tejidos abdominales, y la disponibilidad del triptofano (a ser convertido en serotonina) se puede ver entonces limitado en el Sistema Nervioso Central. La serotonina producida en los tejidos abdominales actúa como un vasoconstrictor. Disminuye el flujo sanguíneo capilar en la mucosa intestinal y restringe la reabsorción de toxinas (de la disbiosis) o de los péptidos y de las partes no digeridas de alimento (de la mala digestión). Si la serotonina se encuentra baja en el Sistema Nervioso Central, las consecuencias pueden ser una baja melatonina y patrones de sueño alterados, así como una incrementada sensibilidad a la luz y al sonido. Una serotonina elevada en sangre ocurre, según los reportes, en cerca del 25% de los autistas, pero esta estadística precede al notable incremento de la ocurrencia del autismo, a partir de 1980.

Lisina: es un componente importante de la proteína muscular. Es el punto de unión de las enzimas aminotransferasas ("transaminasas"), entre la enzima y la coenzima, piridoxal 5-fosfato. La lisina se encuentra comúnmente deficiente en los autistas antes de la intervención en la dieta.

Treonina: es el precursor esencial de la serina y la glicina. Es uno de los pocos aminoácidos que permiten la formación de glicoproteínas – la unión de un carbohidrato o azúcar a una proteína. Las membranas celulares contienen glicoproteínas como lo hacen las sustancias del grupo sanguíneo, los compuestos que hacen a estos tipos sanguíneos diferentes. Las inmunoglobulinas, el interferón, y las sustancias de reconocimiento célula-célula incluyen a las glicoproteínas. Estas estructuras son esenciales para una función inmune adecuada. La treonina en sangre, o en orina se encuentra a menudo baja, en los síndromes médicamente definidos de mala absorción, pero es ocasionalmente encontrada baja en el autismo.

Histidina: es el precursor de la hormona histamina. Poco antes de 1985, este aminoácido era considerado esencial, sólo en los bebés. Ahora se le considera esencial para los adultos también. La histidina es usualmente proporcionada por un dipéptido de la dieta que es digerido, ya sea en el intestino delgado o internamente – la carnosina. La anserina, un péptido hermano, contiene histidina metilada, y puede que podamos derivar histidina de esa fuente o puede que no. La histidina es muy importante en el autismo. Alguna porción de ella es procesada para formar el FIGLU (ácido formiminoglutámico). 
El FIGLU se combina con el tetrahidrofolato para formar 5-formimino-tetrahidrofolato. Éste, eventualmente es cambiado a formas folato que se requieren para la síntesis de purina (10-formilTHF y 5,10-metenilTHF). Una condición de enfermedad poco frecuente, la histidinemia (con histidinuria) puede caracterizar algunos rasgos similares a los autistas.

Cisteína puede ser considerada como no esencial, o como un aminoácido condicionalmente esencial, ya que mucho de su requerimiento puede ser proporcionado por la metionina. Cerca del 50% al 65% de la cisteína, normalmente proviene de la metionina. 
El resto proviene de fuentes alimenticias directas (cistina + cisteína + otras formas relacionadas). 
La cisteína es el aminoácido limitante de la tasa para la formación del glutatión; constribuye significativamente (dependiendo de la dieta) para la síntesis de la taurina, y es la fuente principal de sulfato para la sulfación. La cisteína se encuentra baja o deficiente, de acuerdo con el análisis de aminoácidos, en muchos autistas.


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